domingo, 24 de julio de 2011

Antimanifiesto de Banfield

Introducción

Con el mismo derecho que alguien cree manifestarse por nosotros, puede pensarse un futuro distinto. Ideal o no, me parece menos descabellado que pretender una actitud benigna por parte de estados empeñados en enriquecerse sin mediar ética alguna. Expresión de deseo, modesta, inútil, éste Antimanifiesto no espera adhesiones ni conjuras, compromisos ni declaraciones. Es sólo eso. Un grito en la oscuridad.

Por una culminación de la política como método de exterminio de la humanidad

A. Preámbulo

De nada vale ser demócrata, progresista o reaccionario. Tampoco sirve calificarse de un lado o del otro de los intereses políticos en juego en cada uno de los rincones del planeta. Igualmente, la injusticia, el hambre y la destrucción siguen siendo las actividades más lucrativas de un pequeño grupo de poderosos. Habrá quien se califique de izquierda, o quien se crea un liberal por comunicar al mundo su desacuerdo constante. Pero eso, no alcanza en absoluto. No hay progreso en el pensamiento, sino en los hechos que se concretan día a día. Y en ese rubro, la mortandad gana por espanto. En suma, o resta, los principios pomposos quedan escasos: ni siquiera tienen espacio entre los que más necesitan de ayuda para una mera supervivencia. El pueblo tiene fecha de vencimiento en su propio límite: la delegación de la conducción a manos de inescrupulosos seres que enriquecen a quienes los han colocado en tan delicada y poderosa situación. La traición es la niebla dominante, y el compromiso inocentón sólo lleva el timón del futuro hacia el olvido, la desazón, el abandono en la ignorancia y el desprecio. La democracia perdura como forma elegante de la explotación planetaria de los recursos de los países más empobrecidos, deficientes. Dudamos, sincera, acabadamente, que su estructura pueda transformarse en un páramo de posibilidades. Desconfiamos de ella, de su representatividad, de su pureza o solución de continuidad. El mundo, en su estado actual, es insostenible. Obviamente, desde el punto de vista de los que sufren la exclusión hacia las actividades primitivas que permiten la conservación de la existencia, que es la mayoría de la humanidad. No creemos en iniciativa alguna desde un medio disperso, excesivamente pluralista, de dudosa veracidad, manejado desde los centros de poder que tanto nos perjudican. Lo que los bits transportan, en nada modifican el estado de las cosas. Sólo se trata de información fácilmente degradable.A continuación, una breve antideclaración de principios, trata de mostrar una visión cruda, tal vez desagradable para quienes se rasgan las vestiduras con intenciones voluntaristas y bienpensantes. Nada inauguramos con la antideclaración, ni esperamos solidaridad ni acompañamiento alguno. Solamente queremos señalar los límites de la miseria humana que, de manera lamentable, toman forma inusitada. Igualmente, creemos que existe una posibilidad de progreso: volver a las fuentes primitivas de energía, a la destecnologización de los medios de elaboración de productos esenciales para la vida, a la preservación de los valores culturales regionales de manera amplia y respetuosa de vecinos próximos y lejanos. Creemos, firmemente, que la mejor manera de evolucionar es terminar con todos los aspectos siniestros de la civilización que nos involucra.

B. Antideclaración de principios

1. Sin democracia

Normas, procedimientos, instituciones son sólo fantasmas metódicos para ocultar las verdaderas intenciones de aquellos que usufructan con la guerra, el hambre y las pandemias de las gentes. El pluralismo es una barricada para contener el descontento y los reclamos de quienes más se perjudican: los excluídos, a la vez menesterosos e indefensos ante toda conducta política. Apreciamos las tradiciones que permiten un marco igualitario en el desarrollo de todos los individuos, sin importar su origen o creencias religiosas. A la vez, manifestamos nuestro desacuerdo en la elección de autoridades que no representan los intereses de las mayorías, y los actos mismos que conllevan un gasto innecesario, desgastante, sumiendo a las comunidades en problemáticas ilusorias tras la desgastada perorata de la división de poderes que en nada los benefician. El Estado debe desaparecer por completo, y con él las armas organizadas como fuerzas de choque.

2. Contra todo gobierno

Nos negamos a reconocer el derecho de los gobiernos a establecer fronteras, monedas, límites, normas y leyes. También incitamos al no pago de impuestos, ni ningún tipo de contribución para las administraciones que concentran la suma del poder de represión de las personas.

3. Deberes humanos para todos

Las declaraciones de derechos han sido redactadas por quienes han vencido y vencen en el campo militar, ocupando territorios, realizando genocidios o sometimientos metódicos de la población. El mismísimo derecho generalizado proviene de normas antiquísimas, donde se establecían diferencias entre aquellos que ejercían la libertad y aquellos que no la poseían (esclavos). Debido a que las formas de sometimiento económico-social han mudado hacia complejas tramas de explotación del individuo, proponemos que un nuevo conjunto de principios es posible desde el establecimiento de deberes humanos básicos, que cada uno de los hombres deberá ejercer obligatoriamente, para hacer posible la vida en un período futuro sin violencias, terror, ni hambrunas físicas, psicológicas o educativas.

4. Igualdad

La igualdad de los individuos es un imposible lógico y real. Cada uno es distinto del otro y creemos que esa diferencia hace a la diversidad de la especie humana, que es intrínseca e inseparable de ella. Desterramos la posibilidad de la igualdad como base de la construcción de una convivencia futura, como así también la del privilegio por cualquier motivo. Cuanto mayor sea el desarrollo del individuo, mayor su compromiso con sus deberes humanos, y menor será la posibilidad de crear una uniformidad social en beneficio de unos pocos. Aboliendo el objeto de posesión, el valor moneda u oro, se eliminarán los efectos materiales de la injusticia. No a la ambición, la envidia y el desprecio por la vida ajena.

5. Detención del desarrollo y libertad

La humanidad debe detener su desarrollo por completo y redistribuir las ganancias acumuladas por estados y compañías transnacionales, entre todos los estratos sociales condenados a la extinción metódica. Asimismo, deberá atender la educación y preservación de todos los menores de la especie, únicos capaces de llevar adelante una verdadera continuidad en la transformación del mundo. Deberán prohibirse los préstamos, transacciones bancarias, y ventas cuantiosas de mercaderías a través de bolsas de valores. Sólo los mercados reducidos serán la forma de ingreso de los elementos básicos que permiten la vida cotidiana. También deberán prohibirse las difusiones intencionadas de mensajes para el consumo de productos. La cultura, en todas sus formas, será la forma de aumentar la sensibilidad, atención y pensamiento de la población.

6. Desaparición de los EE. UU.

Esperamos que de una vez por todas, los EE. UU. abandonen su política bélica exterior, como primer paso hacia el reposicionamiento de los seres humanos en el planeta. Creemos que, ante nuestras propuestas, tratarán de eliminarnos como sea, pero poco importa. Sólo expresamos una voluntad de mejor destino para todos. El de ellos está sellado: caerán por su propio peso, por el peso de las armas de sus enemigos, o porque desde su interior mismo, se concretará lo que venimos expresando. No dependemos de ellos, ni de sus actitudes futuras. Colapsarán junto con la pérdida de valor de lo que creen moneda de cambio. No está demás aclarar que, dentro de lo que será la reestructuración planetaria, las armas nucleares serán desmanteladas por completo y sus núcleos contaminantes enviados al espacio exterior. Será el único gasto que la humanidad realizará para depurar el planeta, luego de eso, cesarán los programas espaciales ya que implican una erogación de esfuerzos en contra de la preservación de la especie.

7. Una solución para dos estados

Tanto israelíes como palestinos deberán renunciar a las armas. Luego, al deseo de conformar un estado independiente. El mundo futuro sólo albergará regiones geográficas autónomas, libres y hospitalarias. Si quieren preservar la identidad religioso-racial, tendrán como obligación renunciar a cualquier tipo de violencia organizada.

8. Contra toda discriminación

Despejado el mundo de fronteras, la circulación será libre, gratuita y aleatoria. Las identidades regionales serán defendidas y auspiciadas, como así también el respeto hacia todos los géneros diferenciales. Sólo serán reprimidos los abusos infantiles, violaciones y todo tipo de delitos contra la existencia del otro. El consumo de drogas será regulado para su ejercicio, previendo una actitud social para el recupero de las adicciones.

9. Unidos contra el terror

Nos oponemos a todas las formas de sometimiento que dan origen a la reacción terrorista. El asesinato deliberado es un crimen aunque exista condición bélica de conflicto, el mismo no merece justificación alguna ya que, al no existir dependencia de ninguna índole, no será necesaria independencia o autodeterminación de pueblos o regiones. El terrorismo de inspiración islamista es hoy una realidad circunstancial. Respetando sus derechos a la existencia, reformando las conductas tribales primitivistas, el mundo logrará detener la demencial inmolación individual de sus miembros. La amenaza no es la defensa de los pueblos sometidos a la bota imperial, sino la incomprensión y agresividad de ésta en pos de obtener las riquezas petrolíferas o de otra índole que pertenecen a los primeros por herencia histórica (étnica, regional, religiosa o cualquier otra).

10. Contra el internacionalismo

La falacia internacional ha sometido al mundo a una exportación del socialismo soviético de manera imperialista. Internacional es el deber del hombre por beneficiar a su entorno y al mundo en general. Internacional es la felicidad y el disfrute (goce) de la vida. Ayudar y ayudarnos a lograrlo es lo único internacional indiscutible. Todo lo demás encubre una intención de sometimiento diferido.

11. Críticos ante todo

Detenido el progreso de la humanidad en las condiciones establecidas por el enriquecimiento ilícito de determinadas minorías, los hombres y mujeres del mundo se centrarán en la búsqueda de la felicidad individual y colectiva. La vida será una verdad ineludible y su defensa obligatoria. Ningún experimento de “mejora” genética será permitido, tanto por lo que implica como por las secuelas de exclusión que conllevan. Desmontado el motor productor de riqueza a base de sometimiento social, las mejoras serán en tanto soluciones a cuestiones de salud y perduración de todas las especies sobre el planeta.

12. La historia

El conocimiento de la historia será obligatoria para todos los seres humanos, asimismo, se tendrán en cuenta las fechas en que grandes masacres e injusticias permitieron la devastación de la especie. Recordar será la mejor manera de detener la extinción.

13. Libertad de pensamiento

Será obligatorio ejercer el pensamiento individual, la diversidad, individualidad y particularidad de opiniones. Cuanto más ejercite su inteligencia en pos del conocimiento, mayor será las posibilidades de enfocar al hombre en la sabiduría.

14. Sin códigos

El hombre, en la medida que a dejado a manos de un pequeño grupo de insanos mentales la destrucción del planeta, detuvo la evolución de la especie de manera anticipada. Reclamar, antes de la reforma de las condiciones actuales, algún derecho de libertad o desarrollo a quienes han llevado a la especie hacia el abismo, es una tontera absoluta. Proponemos que el futuro depare un derecho universal al conocimiento, aboliendo los derechos de autor en tanto generadores de riqueza y no de reconocimiento histórico de la creatividad. Un mundo justo será en tanto memoria y ejercicio de la absoluta libertad individual. Sin necesidad de generar riqueza, el todo humano será de todos.

15. No a las herencias

Todo lo hecho por el hombre es de los hombres. Abolida la posibilidad de la guerra y del sometimiento, no habrá blasón ni hidalguía que reclame derecho originario sobre posesiones. Con la desaparición del valor de explotación de las cosas, la verdadera igualdad será posible.

C. Sin mentiras

Abolida la democracia, el valor de intercambio, el estado y sus secuaces ínfimos, el caos de la naturaleza reorganizará el futuro de todas las especies, incluída la humana, quien por soberbia puso en riesgo al planeta mismo. Sin métodos políticos, ni entes represivos, el objeto de la vida será posible: goce, felicidad, amor. Toda otra intención no tendrá lugar entre humanos verdaderamente sensibles, educados, voluntariosos, consecuentes con el deber de la especie por preservar y preservarse.

D. Conclusión

Es de vital importancia para el futuro la abolición de la política, el valor económico y el ejercicio del poder. Sólo así perduraremos en el universo. Caso contrario, seremos testigos últimos de una devastación inevitable.

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